domingo, 25 de mayo de 2008

Casino y seguros.

Hay una marcada similitud y paralelismo entre dos elementos que se encuentran en la sociedad. Uno es la lotería, o los juegos de azar; para ser aún más gráfico se podría decir casino, un casino. El otro son los seguros.
Ambos se manejan la mayoría de sus vidas empresariales mediante un factor importante que es la suerte. Todo pasa en relación a la suerte. Y sus ganancias y pérdidas dependen de la suerte. Pero con la diferencia de que el casino gana cuando los jugadores tienen “mala suerte”, y esa mala suerte es la buena suerte de los casinos (suerte al fin, aunque esté diseñado radicalmente para ganar y que la gente pierda).
En cambio, los seguros son (no de una forma real o práctica) un poco más leales, o con fines aunque sean engañosos. Su relación con el cliente, y su lucro es conveniente para ambos. Uno paga una cuota fija, una prima. A cambio el seguro se hace cargo de algunos perjuicios derivados de incidentes o contingencias.
Cuando el cliente tiene “mala suerte”, porque choca o su casa se incendia, también la mala suerte es para el seguro. (El moro)

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